El
profesor introdujo la clase preguntándonos cómo enseñaríamos a nadar a un niño.
Esta pregunta nos sorprendió al principio porque no entendíamos muy bien qué
tenía que ver, pero era algo obvio, la mejor forma de aprender a nadar es
nadando, pues aplicado a la música es igual. ¿Cómo se aprende a tocar cualquier
instrumento? La respuesta por ello, da nombre a esta entrada: “a tocar se
aprende, tocando”.
En
este caso para repasar lo dado anteriormente, el profesor fue uno por uno
dándonos unas notas musicales. Debíamos escribirlas en un piano dibujado en
papel y luego salir al piano a tocarlas. Hacerlo en el papel era al menos más
sencillo puesto que nos dimos cuenta que al menos a la mayoría, lo que más nos
constaba era el hecho de enfrentarnos al “miedo escénico” de salir al piano, ya
que todos deberíamos hacerlo de forma individual. Esto es lo primero que
debemos vencer, lanzarnos y sobre todo practicar y practicar, es la única forma
de aprender. Además nos sirvió para practicar las notas musicales en el piano y
en el pentagrama.
Cuando
todos los compañeros terminaron, lo siguiente que hicimos fue un dictado
musical. Al principio me costaba identificar las notas, pero a medida que
escuchaba de forma repetida las notas en el piano (el profesor utilizó solo las
notas DO, RE, MI, SOL) , me sorprendía al darme cuenta que sí las diferenciaba.
De hecho, a pesar de ser nuestro primer dictado, saqué un 10 y me sentí orgullosa
de la capacidad de mi oído para distinguir notas entre sí. Algo tan sencillo
como repetir el proceso y escuchar las notas una y otra vez, hará que actúe la
sensibilidad del oído y dejar que la conciencia musical nos permita identificar
las notas. Para practicarlo podemos probar escuchando música en general y
solamente poniendo atención a los tonos, comprobar si somos capaces de
distinguir las notas.
Esta
práctica del dictado nos sirvió para entender que aunque no sabíamos las notas,
después de escucharlas varias veces, nuestro oído sí las distingue. Nuestra
conclusión al respecto como futuras maestras, no es otra que entender la
importancia de la educación auditiva, porque el oído también es educable y sin
embargo es algo a lo que se presta poca atención en la educación. Parece que es
más importante educar para que los niños aprendan los colores, pero aprender
las notas musicales y entrenar el oído musical es igual de fundamental.
El
profesor nos recomendó hacerlo poco a poco y no poner notas consecutivas, sino
que es más fácil distinguir la diferencia cuando se hace con saltos de notas,
de esta forma resulta más claro.
Para
terminar la clase, cantamos todos juntos una canción con letra muy sencilla. El
profesor intentó que siguiéramos cantando de forma individual cuando te pasaba
la pelota, pero no salió como esperaba, ya que nos podía la vergüenza y nadie
quería coger la pelota para evitar cantar solo.
“Yada
yada yada yada gin gin gin”
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